Hay un poder magnífico que muchos conocen pero muy pocos dominan, Se trata del discurso persuasivo y la retórica. En algún punto de la vida hemos encontrado a un orador locuaz y seductor que nos convenció de una idea o que con una historia nos hizo darle vida a un mundo imaginario.
Mejorar nuestra forma de expresarnos tiene muchas ventajas:
- Disfrutar mucho más las conversaciones
- Persuadir a una persona o a un público
- Contar historias interesantes y formativas
- Gozar de reconocimiento como orador
- Posicionarse como experto en un tema
- Mejorar las relaciones interpersonales
- Poder compartir efectivamente información valiosa
- Encontrar la propia voz
- etc…
De hecho, si nos ponemos a pensar, muchas de las personas que pasan a la historia es porque han sido grandes oradores y pensadores. En general son personas que han encontrado una idea poderosa y la han aprendido a transmitir efectivamente a los demás. Podemos pensar en muchos ejemplos de personas que han impactado profundamente el mundo solo por ser capaces de implantar sus ideas en sus contemporáneos, de invitar a muchos a disfrutar lo que sus palabras y acciones revelan.
La buena noticia es que también usted puede aprovechar este enorme poder, todos podemos mejorar en varios aspectos de nuestra expresión y retórica.